miércoles, marzo 28, 2007

Un par de poemas recientes

"Cómo hacerle"

Pregunto yo,
cómo se hace para no escribir
lo que uno necesita decir,
lo que reclama voraz, desde adentro
y que no se puede evocar--
mudo silencio--
cuando el trazarlo es lo único que queda
de una infinidad de deseos
posibles anhelos,
fracasos.

Cómo se hace para no esconder
todo lo que se siente debajo
de una sábana de papel
blanca,
trazada con tinta,
amarillenta,
olvidada
para ser leída otra vez,
con nuevos ojos.

Esa imposibilidad,
creo,
es la luz tenue,
antes del apagón final.
Tortura con su inefable
nombre
su intocable cuerpo
labios, piel, hueso
y se convierte en materia
de novela
y poema
disipándose en la eternidad.

Cómo puedo yo,
infinitamente pequeña
contra el peso de los siglos,
contra esa voluntad ajena,
contra el muro,
no susurrar lo que urge decirse
en ríos y montes,
cauces secretos,
inacabables.

Cómo puedo yo,
contra quien me desconoce
quitándome lo último
de mi sosiego,
mi paz
no gritar,
opuesta a la injusticia
del tiempo y de la vida
la que no es mía.


"Noche serena"


La noche en que llegaron las sirenas,
Estrellando rojo y azul al vacío
Noche de no te me olvides,

Era una imposibilidad decir lo indecible,
Y sin embargo se dijo,
Todo y nada de lo que quisiera decir

Fue el momento de la última cabalgada,
La última oscuridad en que lloráramos juntos
O solos por el dolor de la ruptura

De ser únicos en nuestro dolor
De isla, y de mar, de manos atadas
De velas amargadas, lanzadas al aire

Fue la manzana en proceso, la piel arrugada
Cada imperfección depurada en millares
De años luz de distancia

Y esa voz que pide,
¿De dónde salió? Tan tuya, tan mía
tan desgarrada entre los murmullos

El puño de arena, el golpe seco
Acumularon silencios contundentes
Espesor, candor, milagro y espejo.

Noche serena en su último estrago
Último grito impotente de angustia,
Descansa eterna, irremediable, sobre sí.