jueves, junio 28, 2007

un tantra imaginado

Frases palpables cuelgan
sobre mi curvo pecho
Como joyas incrustadas
En arcos de plata.

Estremezco del placer
De la anticipación,
Vibrando en fibra óptica
balanceando
Sobre una cuerda de acero,
El hilo de palabras
Que dejamos como
Rastro de lo que fuimos
o sendero de lo que seremos.

Así era en el comienzo,
En los días de lluvia y viento
El tormentoso verdor crecía a nuestro lado
Enredándonos en un sueño narcisista
De un acto de amor interminable,
Declamando en voz alta
Nuestras intimidades escritas
Explorando cada centímetro de nuestros
Cuerpos divinos
Hasta los recovecos más alejados,
Adoloridos,
Imperfectos.

Así será siempre,
Con los dedos remarcando pasos
Gotas de lluvia que caen sobre
El valle del volcán
Marcarán despacio el aire, el tiempo
La distancia, la distancia.
Marcarán
El conocimiento, la sombra
Tu deseo
Mi infancia
Encontrarán el botón
De rosa que estalla,
Levantando la flor para ver
El envés de sus pétalos,
Como levantar la esquina de mi falda
para trazar tus líneas
en la blancura
de una página eternamente
renovable
con tinta transparente.

Así es,
Albergados en el regazo de la infinita noche,
En la hondura
De nuestra soledad
Habitas en mi piel,
Yo en los sonidos palpitantes
Que forma y calla tu lengua
Dejando en mi boca un leve sabor
A olvido
Y sabia
Y sangre,
miel.